sábado, 9 de noviembre de 2013

Las 40 verdades de ser un cocinero:


1-      Casi siempre tendrás heridas abiertas y cortes en manos y brazos.
2-      Siempre conocerás gente nueva porque tu vida social se aumentará noche a noche; y en el trabajo constantemente se renovará el personal.
3-     Pero siempre tu tiempo “a solas” se convertirá en algo preciado.
4-      Tu sentido del humor cambiará en cuestión de minutos en un despacho.
5-      Empezarás poco a poco a insultar como un camionero y no te darás cuenta de ello.
6-      Te obsesionarás y siempre cambiarás el rumbo de una conversación hacia la comida
7-      Ahorrarás, pero nunca te volverás millonario (sueño de todo cocinero cuando empieza). Tampoco te harás famoso.
8-      Ganarás o perderás una gran cantidad de peso.
9-      Nunca jamás volverás a lucir un cuerpo bronceado.
10-  Desarrollarás una o varias adicciones, tanto como si es el café, el tabaco, el alcohol, las apuestas, el cannabis, la cocaína o incluso las bebidas tipo Red Bull.
11-  Tus pies se destrozarán junto a tu espalda y se te caerá el pelo. 
12-  Tus manos se destrozarán.
13-  Vivirás en un estado de privación del sueño, indefinida.
14-  Tendrás que preguntar a tus amigos para que hagan planes a partir de tu horario, que será siempre en contra de su disponibilidad, porque nunca sabrás tus días libres con antelación y probablemente no podrás cambiarlos.
15-  Te convertirás en alguien de naturaleza muy nerviosa y calmada a la vez.
16-  Tu conocimiento sobre la falta de eficiencia y sentido común de otras personas aumentará y tu tolerancia descenderá.
17-  Pasarás gran parte de tu vida encerrado en una pequeña, y sin decorar, sala con poca ventilación, altas temperaturas, un montón de ruido, humedad, solo con luz natural ni ventanas. Sin saber si es invierno o verano, de noche o de dia;  y un grupo de gente que se convertirán en tus únicas “interacciones” sociales.

18-  Trabajarás más horas de lo que jamás habrías imaginado o creído.
19-  Pasarás tus horas del día de pie, sin la posibilidad de sentarte ni siquiera 5 minutos para comer. Aun haciendo comida no podrás comer sino hasta las 4 de la mañana.
20-  Tu jornada más corta será más larga que muchas de las jornadas intensivas de otras personas. Y tus jornadas intensivas, que serán la mitad de tu semana, serán más largas que la media de horas que está despierta una persona a diario.
21-  No cocinarás nada gourmet en casa. Estarás demasiado cansado, mental y físicamente de cocinar.
22-  Pasarás tanto tiempo en el trabajo que tus compañeros te conocerán mucho mejor que tu pareja/familia o amigos.
23-  Conocerás y formarás lazos fuertes de amistad con ese tipo de personas que jamás habrías pensado que compartirías una conversación.
24-  Haras grandes amigos.
25-  Nunca serás irremplazable y siempre se esperará que des un 110% de ti mismo.
26-  Siempre estarás cansado.
27-  No se te permitirá llamar “enfermo” por tener resaca.
28-  Se esperará que pongas en primer lugar tu trabajo, antes que cualquier otra parte de tu vida, en tu lista de prioridades.
29-   Tendrás el Orgullo de que te feliciten por tu trabajo aunque muchas veces te devolverán el plato de comida porque esta a 53° de temperatura y el cliente lo quiere a 55°.
30-  Se espera que trates a tus superiores como auténticos maestros y nunca contestes mal, busques excusas, empieces una conversación o muestres cualquier otro tipo de insubordinación, incluso si crees que no tienen la razón o creas que su comportamiento contigo es inaceptable.
31-  Será muy difícil ver a tus amigos cocinar.
32-  Tu madre nunca dejará de cocinar para ti porque siempre te verá cansao.
33-   Se espera que cocines para las celebraciones familiares como Navidad TODOS LOS AÑOS. Afortunadamente, al menos uno de cada dos años estarás trabajando en Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, Pascua, San Valentín, Día de la Madre, Día del Padre, demás festivos, 9 de julio, 25 de mayo, el día de tu cumpleaños, y seguramente cualquier otra celebración del calendario.

34-  Tendrás que trabajar muchos años, en insignificantes puestos antes de tomar un mínimo nivel de autoridad en tu trabajo. A mejor restaurante es, mayor es el número de horas que harás, más presión tendrás encima, llevarás un estilo de vida menos saludable, más rápido desarrollarás una adicción, más competitiva se convertirá la gente que te rodea, dormirás menos horas, comerás menos, etc.
35-  Constantemente cometerás errores, y cada vez que cometas uno, alguien se dará cuenta y te hará entender que debes de ser infrahumano, porque sólo los infrahumanos cometen esa clase de errores.
36-  Si eres mujer, constantemente serás sujeto de comentarios misóginos y bromas machistas, acoso sexual, menosprecio y comentarios sobre tu ciclo menstrual.
37-  Ninguno de tus amigos o familiares entenderán que le ves a tu trabajo y tu no serás capaz de hacerles entender.
38-  Gastarás un montón de dinero en equipamiento y menaje, libros, comer en buenos restaurantes, etc; que no te dejará mucho dinero para el resto de cosas.
39-  Desarrollarás una escalofriante obsesión por los cuchillos.

40-  Si eres esta clase de persona, agradecerás a Dios o tu estrella de la suerte o en quien creas necesario, todos y cada uno de los días de tu vida por hacerte tomar la mejor decisión que nunca has tomado y tomar el camino de un cocinero. Te enamorarás de trabajo y nunca mirarás atrás.

si tienes otras verdades comentarlas.

Aprendé a hacer sushi y hacé gala de tus encantos culinarios con esta receta súper fácil de hacer.



Si hay un secreto infalible para enamorar a tu pareja y agasajar a tus amigas, sin duda, es preparar una exquisita cena hecha en casa. Pero, ¡No da lo mismo cualquier plato! Hay que sorprender, y animarse a cocinar algo distinto. Hacer sushi es más fácil de lo que parece, súper divertido y encima… ¡No engorda y es muy nutritivo!

¿Qué necesitás?
• Una esterilla de bambú rectangular (sirve para poder enrollar bien el roll)
• Algas Nori (envuelven los ingredientes, no tienen sabor, y en los comercios las venden en paquetes de 10 unidades)
• Papel celofán
• Un bowl para arroz
• Arroz (es el principal ingrediente del sushi; es de grano corto, y lo venden en el supermercado como “arroz para sushi”).
Preparación:
Lavar el arroz en una olla con agua fría. Cambiar el agua varias veces, hasta que el líquido quede transparente.
Cocción:
Hervir 4 tazas de arroz con 5 de agua en una olla tapada y a fuego máximo, unos 10 minutos. Una vez que hirvió, bajar el fuego al mínimo y continuar cocinando 10 minutos más, hasta que el líquido se haya consumido. Dejar en reposo 15 minutos.
¡Atención! Ingrediente clave:
El arroz del sushi lleva una mezcla especial que le da un sabor único, el vinagre. Lo preparás de la siguiente manera:
• 10 gramos de azúcar
• Una taza de vinagre de alcohol
• Una cucharadita de sal
• Para darle tu toque, podés agregarle un chorro de tu bebida blanca favorita.
Tenés que echarle este vinagre condimentado al arroz y estará listo para la receta. Ahora, ¡Manos a la obra!
Maki de salmón, palta y queso blanco
El salmón rosado es uno de los pescados más sabrosos y con un alto valor de grasas Omega 3, que hacen que baje el colesterol perjudicial para la salud. Se consigue en cualquier pescadería, pero tenés que pedir que te lo corten para sushi. Cuando llegás a tu casa, cortás el salmón y la palta en tiras rectangulares gruesas (no importa mucho el largo).
Para armar el roll
Rinde: aproximadamente 8 piezas.
• Forrar la esterilla de bambú con una bolsa de plástico transparente.
• Poner un alga nori sobre la esterilla con las líneas de la hoja en vertical y la parte arrugada arriba (la lisa hacia abajo).
• Con las manos húmedas, colocar un poco de arroz sobre el alga.
• Estirar el arroz hasta formar una capa sobre el alga, pero dejando un espacio vacío de 3 dedos.
• Sobre la capa de arroz, formamos una línea horizontal con las piezas de salmón, luego las de palta y cucharaditas de queso blanco encima.
• Enrollar el alga con la ayuda de la esterilla.
• Sacamos la esterilla; y cuando nos queda un tubo de alga bien formado, lo cortamos en rodajas.
Las opciones de makis son variadas y, para el relleno, podés utilizar salmón ahumado, langostinos, o una versión vegetariana con tu verdura preferida.
Rolls sin alga
Los pasos para prepararlo son los mismos que el maki, sólo que el arroz se coloca directamente sobre la esterilla forrada de plástico para envolver alimentos. Eso sí, ¡no te olvides de sacar el plástico!
Niguiris de pescado
Estas piezas son las más sencillas de hacer. Sólo hay que formar una bolita con el arroz preparado y agregarle una tira de pescado encima. Puede ser salmón rosado crudo, salmón ahumado, pescado blanco o langostinos…
¿Vos cuál elegís?
Las salsas:
• Wasabi: 

Aderezo picante que se vende en cualquier supermercado grande. Lo mezclas con agua hasta formar una pasta homogénea y puedes añadir una pequeña porción en el plato de tus rolls. ¡Cuidado que es muy picante!
• Salsa de soja: 
Se sirve en un bowl pequeño para sumergir la pieza antes de llevarla a la boca. El sabor es único.
La vajilla:
Generalmente, las fuentes para servir el sushi son ovaladas o rectangulares, y los platos cuadrados. Pero no es obligatorio que gastes en una vajilla especial; hacelo sólo si querés darle un toque más oriental a la mesa.
Palitos:
¿Te atrevés a usarlos? ¿O pensás comer sushi con tenedor? ¡Animate! Con un poco de práctica resulta más fácil.
No necesitás ser una experta en la cocina para hacer un buen sushi. Con un poco de tiempo y paciencia, podrás innovar y combinar el arroz con los pescados e ingredientes que más te gusten.

viernes, 1 de noviembre de 2013

BRUSCHETTAS


Ingredientes:

1 unidad/es de Pan de campo

1 pocillo/s de Aceite de Oliva

100 gramo/s de Panceta ahumada

4 unidad/es de Tomates perita

4 bocha/s de Mozzarella

1 ramito/s de Albahaca

cantidad necesaria de Sal y Pimienta

1 ramito/s de RúculaAgregar a la lista
Proceso:

- Cortar el pan de campo en 8 rodajas medianas. Colocarlas en una placa y cocinarlas unos minutos en el horno (precalentado), hasta que estén calientes pero no tostadas

- Retirar la fuente del horno, sacar el pan y rociar cada una de las rodajas con el aceite de oliva

- Saltear las lonjas de panceta en una sartén limpia, hasta que estén doradas y crocantes. Retirar y reservar

- Cortar los tomates y la mozzarella en rodajas. Acomodarlos sobre 4 rebanadas de pan (una rodaja de mozzarella y una de tomate, sucesivamente)