domingo, 21 de abril de 2013

LOS SECRETOS DEL BARBA. Trucos para un paladar negro.



Aquí encontrarán mis mas preciados secretos para cocinar, pero… ¿Que es cocinar?... esta suele ser una pregunta con una respuesta muy difícil de dar. Es sabido que los seres vivos necesitan comida para transformarla en energía para poder cumplir sus funciones vitales. Esto, en resumidas cuentas. Además aquí podremos encontrar las historias y orígenes de los platos mas tradicionales de nuestra cocina, así como sus valores nutricionales y beneficios. En la búsqueda de un “paladar negro”, veo necesario enseñar comidas típicamente de nuestros raíces argentinas, latinoamericanas “puesto que América latina fue en un día no muy lejano nuestra patria grande”[1].



Aclaramos desde ya, que habrán comidas que las cuales pueda que se tarde un poco en realizarse nuestras recetas. Esto lo hacemos revindicando el cocinar, tomándose su debido tiempo y no eso de la comida rápida,  invento norteamericano que defenestran el paladar. Para ello también enseñaremos algunos pequeños grandes secretos. También buscamos una buena alimentación. Por ejemplo habrá muchas comidas sin carne puesto que comer carnes todos los días acelera los procesos de oxidación en los seres humanos. Provocando un gran desgaste en nuestro cuerpo por la mala oxigenación de la sangre, lo que provoca  una mala nutrición de las células que componen nuestros órganos.

Una buena alimentación es la base del desarrollo, esta ha estado en nuestra historia desde siempre. En la prehistoria el ser humano se dio cuenta que si cocinaba los alimentos, sobretodo las carnes, tenia un mejor sabor. Y se conservaban mejor Con el paso del tiempo y el avance de la ciencia descubrimos que el cocinar nuestro alimento nos ayuda no solo con el sabor, si no que también nos ayuda a eliminar ciertos organismos que dañan nuestro cuerpo. Asimismo libera nutrientes que nos favorece hasta en el desarrollo psíquico. Desde que la humanidad descubrió como dominar el fuego y como cocinar los alimentos, el hombre evolucionó a pasos agigantados. Se desarrolló como nunca lo hizo en nuestra historia. Fue aquí donde surgió el homo sapiens. Debido a que los nutrientes se podían conservar de manera mas duradera y los alimentos mas tiempo una ves cocidos; con la conserva de estos nuevos nutrientes consumidos, el cerebro se empieza a desarrollar de forma exponencial. Aquí comenzaremos a ampliar mas habilidades y el mejor uso de nuestros pulgares y con ello el desarrollo de nuevas herramientas. De esta manera se desplegará de manera sorprendente dejando atrás a cualquier animal que conviviera en la tierra.  Comenzaremos a ver avances extraordinarios en la pesca, que terminara de dar los nutrientes que nos hacia falta en nuestra dieta; para terminar de ser balanceada con la ayuda de la agricultura. Una vez que el Hombre desarrollara el lenguaje y con el la escritura, ya no tenia fronteras visibles. El desarrollo de la comunicación era el otro gran adelanto de la humanidad. Esto es lo que tratamos de hacer aquí, la trasmisión de ideas, secretos de una buena alimentación (el origen). Pero sin nunca dejar de lado lo sabroso.

Pero ¿Qué es cocinar?... tengo que aclarar que mi respuesta será muy objetiva pero sincera, cocinar decimos algunos cocineros que, es un arte; y el plato final debe ser una obra de arte. Y tenemos nuestros argumentos, es que para cocinar debemos usar todos nuestros sentidos y se apreciará también con todos nuestros sentidos a la hora de comer. Se dice que “la comida entra por los ojos” y esto es cierto; es muy importante la presentación, esta es la primera impresión y la primera impresión, siempre cuenta. La presentación debe ser armoniosa, y los ingredientes con los que decoremos la vista del plato no deben desentonar ni en color, sabor, ni aroma del el resto del plato. Aquí entra otro sentido, el olfato, los aromas deben ser suaves, sutiles, pero deben tener sello propio; esto es decir que deben hacerse sentir, pero sin opacar el sabor. El tacto con nuestra lengua debe ser sensacional e inolvidable. En la textura de nuestra comida tanbien debemos tener una gran precisión, ya que si por ej. hacemos una Mouse esta debe quedar cremosa y no de otra forma. Los tejidos serán dóciles, tiernos, blandos, crujientes, pero con un justo punto medio. Además tanto cuando cortemos y/o mordamos nuestra presa esta debe sonar delicadamente. El oído sabrá detectar ese crack y lo llevara a nuestro cerebro para darle otro toque especial a nuestra comida.   

Aquello, es desde el punto de vista de nuestros comensales, pero nosotros estamos del otro lado del escenario, estamos detrás del telón. Vemos cuando las bancas están vacías porque todavía no llega la gente; o cuando ya disfrutó el espectáculo y se ha retirado. Para nosotros es un concierto, debe ser armonía pura, para llegar a ese momento de la presentación y la degustación. Conocemos el producto en su prima fase. La selección de verduras o carnes debe ser de primera calidad, sus colores deben ser vivos, calidos. Deben ser agradables a nuestros ojos. Su sabores tanto de verduras y/o frutas como el de las especies será primordial, al igual que del producto terminado. Recordemos que “no puede salir nada de la cocina si no le damos nuestro visto bueno”. Para esto también nos ayudaremos hasta con nuestros oídos, ya sea en el chirrido de los jugos de las carnes cocinándose o el burbujeo de un caldo en nuestra comida. El aroma que desprenden será fuerte intenso, refrescante y cada condimento será muy particular.

Por último a su tacto deben los productos estar maduros pero tiernos, con el tiempo aprenderemos a ver esto. También desarrollaremos una memoria táctil y he aquí donde termina mi ayuda, eso no se trasmite. Eso es la mano del cocinero. Es inexplicable. Pero con el tiempo lo comprenderán. Cada cocinero tiene su sello propio, como confundir las galletas de la Abuela o las pastas de la vieja o ¡sus milanesas!... y no puede faltar el asado de mi padre o es cocinero que siempre nos gusta que nos cocine. Ven a lo que me refiero. El mayor placer que se puede tener en este arte es cuando se acercan a ti y te dicen gracias por lo que cocinaste estaba delicioso y ni siquiera preguntan si vos lo hiciste porque ya conocen tu punto de las comidas, ya conocen tu sello. Esto es mas que si te piden que cocines vos. Esa emoción es muy grande y satisfactoria.

Es por ello que agradezco a todos los que influyeron para que yo elija esta profesión y me enamorara de ella, a mis padres Omar Agüero y Stella Sepúlveda, a mis amigos Emanuel Saravia, Hernán Escudero, Coti Saravia, Juan Alberto Nebot y Willy Zalazar, también a mi Hermana Belén Agüero. Hoy también agradezco el escribir esto al amor de mi vida Florencia Pereyra. Pero por sobretodo quiero agradecer a dos personas que influyeron en forma sustancial en mi elección de vida, en esta profesión. Agradezco con mucho afecto a Mauro Aguirre y Leandro Forlán. ¡Simplemente gracias!

Y ahora, a disfrutar y hacer disfrutar a nuestros comensales por que de eso se trata esto. ¡Buen apetito!



[1] Abelardo Ramos. “Revolución y contra revolución en la Argentina.”

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